Cristóbal Balenciaga

Cristóbal Balenciaga by revista Kya

Alguna vez se escuchó decir, “Un buen modisto debe ser arquitecto para la forma, pintor para el color, músico para la armonía y filósofo para la medida”. Saber quién haya escuchado esta frase resulta de poca relevancia para nosotros; pero aquí entre nos saber quién la menciono si es de nuestra total incumbencia. Es una frase clara y concisa de lo que define el oficio de la modistería. Dicha frase no podía salir de otra boca más que la del maestro Cristóbal Balenciaga. Una persona que desde sus primeros años ya demostraba sus destrezas en sus primeros dibujos de infancia. Dibujos que se verían muchas veces como algo normal de la edad pero que más tarde darían cuenta del surgir de un maestro de la alta costura.

Como siempre suele ocurrir, las extraordinarias habilidades de alguien no salen a relucir si de por medio no hay una ayuda divina o la intervención de alguien que valore ese talento. Sea el momento para agradecer a la Marquesa de Casa Torre por haberle puesto ese reto que pocos conocen y que fue ejecutado a la perfección por parte de nuestro talentoso muchacho. Un ejemplo más en la historia humana donde se ve que el esfuerzo de superación de alguien no llega a su fin cuando se tienen ansias de devorarse al mundo. Esto fue lo que siguió para Balenciaga; mucho trabajo arduo que con el tiempo dio sus frutos y así logro abrir tiendas en grandes plazas como San Sebastián, Madrid y Barcelona.

Revista Vanity fair 

Lastimosamente y como los cuentos de hadas nada es para siempre, pues el éxito de unos se ve opacado por la mala surte de otros. Y este caso no fue la excepción. Tras años de sacrificios en este medio, la maldita guerra civil española hizo que años de trabajo y talento se fueran a la borda haciendo que este gran maestro cerrara sus tiendas y tomara la decisión de mudarse a París. Afortunadamente para nosotros y para el resto del mundo como dice el refrán: “lo que no te mata te hace más fuerte” y Balenciaga supo sacar su mejor repertorio una vez se estableció allí. Instalado en la capital de la moda, impuso un estilo totalmente innovador presentando una línea de hombros caídos, cintura pinzada y caderas redondas. Allí empezó a ser reconocido a nivel mundial y desplego toda su creatividad. Algo extra de admirarle a este señor y que poca gente sabe de él, es que al contrario de muchos otros diseñadores que abocetaban sus creaciones pero no las confeccionaban, Cristóbal tuvo pleno dominio de la costura y del manejo de los tejidos. Alguna vez Coco Chanel llego a afirmar “Es el único de nosotros que es un verdadero couturier (costurero)”. Que gran alago que colegas de la talla de esta diseñadora tuviesen en tan alto pedestal la figura del maestro Cristóbal.

Durante su carrera manifestó predilección por los tejidos con peso, que se enriquecían con bordados a

Permanecer en lo efímero by Balenciaga 

mano, lentejuelas o pedrería. Destacaban los vestidos negros, los abrigos cuadrados sin cuello ni botones, la manga japonesa, el vestido tipo túnica o los impermeables transparentes. Balenciaga era capaz de montar un vestido con un paño de tela, sin apenas cortes ni costuras, en poquísimo tiempo. Su habilidad en crear volúmenes y formas fue asombrosa; daba a las prendas un acabado perfecto, casi escultórico, encubriendo todas las botonaduras y puntadas de hilo. Su nivel de exigencia le llevaba a desarmar un vestido entero si no quedaba a su plena satisfacción. Tenía tal habilidad, que podía hacer vestidos a sus clientes más especiales sin tomar medida alguna.

Como muchos otros diseñadores, sus obras nacieron de la inspiración que tenía el por otras artes y la pintura fue una de sus grandes pasiones. Admiraba mucho las obras de Goya y Velázquez. Incluso tomo algunos elementos del cubismo para contados diseños de sus prendas. Una muestra de ello es que algunos volúmenes de sus prendas dan la concepción de encerrar y proteger a la mujer. Muchos decían que su percepción de la mujer resultaba más de la onda Japonesa que de la mujer occidental. Destacaba mucho la nuca, el cual resulta un elemento muy erótico en términos visuales para quienes apreciamos las prendas.

Lo que más podría admirar de este personaje es que resulta ser una figura legendaria en el mundo de la moda y de la alta sociedad, no sólo por sus diseños sino también por su carácter reservado y su método de trabajo riguroso y discreto. Recibía a sus clientes mediante cita previa y organizaba desfiles privados. No le gustaban las multitudes ni la vida mundana. Guardó con celo su vida privada. Lastimosamente ese celo a hacerse notar y figurar en muchas cosas en su momento de apogeo le trajo inconvenientes. El negarse en un principio a unirse a la Chambre Syndicale de la Haute Couture debido a que rechazaban sus exigencias, hizo que más de uno lo viera mal. Lamentablemente terminó cediendo y uniéndose a esta a poco tiempo después. A finales de los 50´s decidió separarse del calendario oficial de desfiles acordado por la agrupación y comenzó a presentar sus colecciones a la prensa justo antes de enviarlas a sus clientes para evitar copias y ganar en visibilidad, por lo que fue expulsado de la cámara. Desde entonces sus diseños a pesar de ser alta costura no lo fueron en el sentido legal, así que para la Chambre Syndicale de la Haute Couture, Balenciaga nunca creó Alta Costura. ¡Que tristeza!

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